Para practicar el pretérito imperfecto suelo recurrir a una actividad basada en la reencarnación y en la creencia en que todos tenemos diferentes vidas anteriores. Así, cada alumno asume el rol de un personaje ubicado en un determinado período histórico (por ejemplo, un monje franciscano en el siglo XII) y describe como era su rutina diaria y su ambiente, usando el pretérito imperfecto.
Como introducción, podemos usar esta canción de Joaquín Sabina, donde hace un repaso a diversos carácteres y profesiones. El vocabulario puede resultar algo complicado para un nivel A2, pero puede repasarse solo algunos de los personajes que aparecen en el vídeo.
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